Los cambios son una variable constante en la vida; no son opcionales. Es cierto que, al enfrentar una tragedia, crisis o cambio sentirás miedo, querrás renunciar, te lamentarás, buscarás culpables, querrás huir y, cuando estés a punto de sentirte una cobarde, tu corazón creerá que ha sido diseñado para más. Entonces, estarás por experimentar la intervención divina y sobrenatural de Dios que activará a la mujer valiente que está dentro de ti, lista para permanecer, crecer y avanzar. Cada paso de valentía revelará tu estado actual y el carácter que Dios quiere forjar en ti para vivir una vida más enriquecida y mantenerte firme en el Dios que no cambia.